Tener una buena relación con tus hijos es muy importante por lo mismo siempre será necesario involucrarte en su educación y mantener una relación buena, cercana y frecuente con su maestra.
Tu hijo será un mejor estudiante y desarrollará todas sus facultades si tiene un círculo de apoyo (que incluya a su maestra, a ti y por supuesto al pequeño), si existe una buena comunicación entre su hogar y la escuela.
Brinda los consejos a continuación para tener una buena relación con la maestra (o)de tu hijo.
Comunicación constante. Es recomendable que en la primera reunión que tengas con la maestra, creen un plan para que estén en constante comunicación durante el año escolar. Tal vez pueden intercambiar notas en un cuaderno todas las semanas; uno o dos comentarios breves serán suficientes. Si usas ese sistema, puedes pedirle a tu hijo que participe. Por ejemplo, deja que él escoja el cuaderno y dile que él tendrá que cuidarlo.
Agradece. Ofrécele cumplidos, sugerencias, así como también críticas a la maestra. Todo el mundo aprecia unas palabras bondadosas. Si tu hijo regresa a casa hablando de lo divertida que fue la escuela ese día, díselo a su maestra. Agradécele cuando le preste más atención de lo normal a tu hijo o cuando tenga algún detalle con élAgradece. Ofrécele cumplidos, sugerencias, así como también críticas a la maestra. Todo el mundo aprecia unas palabras bondadosas. Si tu hijo regresa a casa hablando de lo divertida que fue la escuela ese día, díselo a su maestra. Agradécele cuando le preste más atención de lo normal a tu hijo o cuando tenga algún detalle con él.
Ofrece tu ayuda. Aunque tengas un trabajo de tiempo completo, puedes ayudar un poquito. A través de un gesto pequeño puedes demostrar que estás dispuesta a ayudar. Podrías recolectar materiales de arte para un proyecto de la clase y llevarlos a la escuela. También puedes llamar a otros padres para avisarles acerca de futuros eventos. La maestra de tu hijo apreciará tu ayuda y tomará nota de tu disposición.
Habla de la escuela en casa. Pregúntale a tu hijo sobre lo que sucedió en la escuela todos los días. Preguntas como “¿Cómo te fue en la escuela?” son muy vagas. Trata de hacer preguntas específicas, como “¿Ya regresó tu amigo Michael a la escuela?” o “¿Pudiste ir a caminar hoy o estaba lloviendo mucho?”. Es más probable que los niños contesten esas preguntas concretas y además tú puedes usar esa información cuando converses con la maestra.
Sé discreta pero actúa si surge un problema. Si estás molesta con la maestra, da los pasos necesarios para resolver la situación cuanto antes. No la critiques delante de tu hijo. Él está apegado a ustedes dos y sentirá que está en medio de la discusión. Es probable que el pequeño se ponga nervioso.
Respeta la cadena de mando. Si tienes una inquietud seria acerca de tu hijo o su clase, es recomendable que hables primero con la maestra. Programa una reunión para enmendar el problema o hablar sobre posibles soluciones.
Si después de hablar con la maestra, aún estás inconforme con lo que sucedió, le puedes indicar que te gustaría hablar con su supervisora. Cuando surja algún problema, la maestra agradecerá el que hables primero con ella. Sentirá que respetas su trabajo y su relación con tu hijo.
0 comentarios:
Publicar un comentario